jueves, 12 de noviembre de 2009

Centre Culturel de Rencontre Fonds Saint -Jacques

La exposición Glamour de Occidente. Algunos homenajes a Michel Foucault, con obras de numerosos artistas cubanos, se inaugura este jueves 20 de noviembre en el Centre Culturel de Rencontre Fonds Saint-Jaques (194 Rue de Pavé, Quartier Saint-Jaques), en la ciudad de Saint Marie, en la isla de Martinica. La muestra, que ya fue exhibida en La Habana, permanecerá abierta al público hasta el 5 de diciembre.




http://www.fondsaintjacques.com/

viernes, 25 de septiembre de 2009

lunes, 27 de julio de 2009

CON ILUSIÓN KAMIKAZE

Elvia Rosa Castro

Hogar provisional, más que un compendio visual, resume una actitud ante la vida que implica al arte pero lo trasciende. Fluyendo de un extraño sibaritismo a la frugalidad de quien cree estar por encima del bien y del mal estos creadores tratan de escapar a todos o casi todos los espacios de gobernabilidad. Migran, se mantienen nómadas mentalmente hablando.

Sin embargo, en esta disposición vital, que no se reduce a un credo específico aunque lo parezca, hay una constante como soplo e impulso: dinamitar el concepto de representación, la concepción dual con que funciona Occidente formando parte de él paradójicamente. Heredan, fisgonean, hurtan sus códigos para volver sobre su tradición como boomerang. De ahí la huella somática que puede observarse en sus obras: se les mira atraídos por cierta sensibilidad, por la fascinación que ejerce esa ambigüedad desplazada entre la fragilidad y lo robusto, lo efímero y lo eterno. La certeza y el asombro. La calma y un intermitente relampagueo.


Estos jóvenes cultivan su huerta a base de un intimismo y una crítica al canon occidental muy fuertes. Amparados en sus referencias literarias –sobre todo en el simbolismo francés y en Lezama Lima con su enseñanza de “definir es cenizar”, además de múltiples lecturas venidas del Oriente-, sus obras están llenas de un lirismo y evasión poco comunes. Si alguien les pregunta por algún referente no dudarán en mencionar a algún escritor: puede que Lao Tsé, Ángel Escobar, San Juan de la Cruz, Martí, Severo....Aquí está una de las causas de esos títulos que prefieren llamar “suplementos verbales”, suerte de aforismos o frases poéticas que en varias ocasiones se anclan en la lógica del absurdo -¿antilógica?- expuesta en los koanes.

Por otra parte, en casi todas sus obras hay un homenaje muy evidente a las enseñanzas del Tractatus wiggensteniano, como sucedió con la literatura cubana de finales de los ochenta y principios de los noventa. Y en el contexto cubano contemporáneo Gustavo Pita, Gabriel Calaforra, Nelda Castillo y Eduardo Ponjuán han sido acaso sus mentores intelectuales más reconocibles, por decirlo de algún modo.


Embriagados como estamos por tantas franquicias dentro de ese hogar provisional que es el arte, esta muestra sorprende por dos razones: la belleza de las piezas y la nobleza de sus artífices. Tanta, que es casi sabia. Y tal como sucedió con la poesía cubana de aquellos nacidos entre 1958 y 1972, puedo decirles que esta vez, en la plástica, un grupo muy joven avanza silencioso. Lento, sin urgencias ni sobresaltos………….Risueño.

martes, 21 de julio de 2009




lunes, 6 de julio de 2009

martes, 23 de junio de 2009

Fragilidad y poder simbólico en la obra de Marianela Orozco




Por Héctor Antón Castillo
La inocencia es la verdad de lo múltiple
Gilles Deleuze



Cuenta una leyenda que Albert Einstein, poco antes de morir, afirmó que había tenido una sola idea en la vida: la preeminencia de la relatividad. Según el Premio Nobel de Física (1921): “Toda medida del espacio y el tiempo es subjetiva”. El científico más influyente del siglo XX no estaba seguro de que su teoría fuera cierta. Tal parece que la duda como principio aristotélico de la sabiduría nunca dejó de asediarlo. Muchos años después, un analista inquieto se preguntaba: ¿otra mente frágil, la del célebre físico y matemático? Dicha interrogante provoca una sospecha de rigor: el hallazgo puesto en duda por el mismo Einstein reivindica la fragilidad de la razón intuida por Aristóteles, extensiva a los azares probables e improbables vigentes en la actualidad.

La fragilidad contraria a la dureza es una de las paradojas contemporáneas presentes en la filosofía, la política y el arte fundidos con la vida. No es casual que la teoría del superhombre fuera postulada por un misántropo débil y enfermo. Nietzsche enfrentó la muerte de Dios, la voluntad de poder y el eterno retorno de lo idéntico contra el trajín de las hormigas, el bienestar miserable y la “felicidad del mayor número”. Sin embargo, en un pasaje de Así habló Zaratustra leemos: “Yo vi una vez desnudo al hombre más grande y al hombre más pequeño; ¡y qué parecidos resultaban! ¡Incluso, el más grande resultaba demasiado humano, demasiado pequeño!” La sabia contradicción no impidió que Adolf Hitler tomara a Nietzsche como filósofo de cabecera, para declarar que los judíos pertenecían a una raza débil que debía ser eliminada

En una tentativa de convertir la fragilidad de las castas inferiores de la India en poder, Mahatma Gandhi predicó la resistencia pacífica como desobediencia civil. Gandhi y sus seguidores creían que la no-violencia convencería a la ocupación británica de la inutilidad de la opresión y, finalmente, abandonarían el país. Después de tantas palizas y arrestros a las huelgas de brazos caídos, Gandhi reconoció el fracaso de su método de lucha sin renunciar a él.

Este performance político empeñado en despertar las buenas conciencias terminó de manera brutal: Mahatma (“alma grande” en sánscrito) fue ultimado en Nueva Delhi por un radicalista hindú mientras se dirigía a rezar en 1948. El exterminio de los “enemigos de la raza aria”, atentados contra Gandhi, Trotsky o el reverendo norteamericano Martin Luther King; una y otra vez el sacrificio inútil para engrosar la historia del abuso de poder.

Al trocar la redención simbólica en vulnerabilidad real, Duchamp potencia la fragilidad como incertidumbre donde impera un dominio de lo infraleve o el interés por rescatar esas “energías perdidas”: “los movimientos impulsivos del miedo”, “la caída de las lágrimas” o “los brazos que cuelgan a lo largo del cuerpo”; algo parecido a lo que Jean Baudrillard denomina “el presentimiento de una esencia en fuga”. Siguiendo esta línea de subversión poética, se inscribe la propuesta visual de Marianela Orozco (Cuba, 1973). Ella confiesa nunca haber concebido el arte en términos de un feminismo suave o dispuesto a convertirse en verdugo de la condición masculina.

Sus piezas-esbozos sugieren con levedad poética el peso de conflictos que han ocupado a filósofos del pensamiento débil, el discurso hegemónico o la razón cínica. Se trata de un modo de hacer arte fiel a una operatoria tan recurrente como presuntamente inagotable: el contrapunteo simbólico de “opuestos cómplices”, recurso que permite ilustrar la veracidad de tantas mentiras.
Los videos, documentaciones fotográficas, intervenciones públicas y performances de Marianela abordan los vínculos entre masa y poder, tecnología y naturaleza, miedo y desahogo, fragmento y totalidad, sobrevivencia y antropofagia, lo virtual y lo real. El matiz de la estrategia radica en inclinarse por una calidez discursiva, tratando de evitar el romanticismo trasnochado del arte poético impugnado por los defensores de un realismo conceptual (al estilo de Santiago Sierra o Teresa Margolles) tan implacable como la vida misma.

Uno de los temores del sujeto contemporáneo consiste en el descuido de confesar públicamente su debilidad. Shouting Chamber (Kitchener, Canadá, 2004)¹, es una cabina que permite convertir en un acto privado el ansia o necesidad de gritar. En su interior, una o varias personas podían encerrarse, gritar hasta romperse la garganta o sólo escuchar los gritos de otras personas. Durante el transcurso de la acción, los medios y los fines se diluyen como las fronteras entre el miedo y el desahogo. Mediante la protección de una cámara tenuemente iluminada se borran los límites entre la euforia y el desencanto, la protesta verbal y su complicidad silente.

Al propiciar este ambiente, Marianela impide que los fuertes desprecien a los débiles. Así todo culmina en una “catarsis sonora” que revela diversos estados emocionales, “fuerza liberadora” capaz de revertirse en “cualidad terapéutica”. ¿Qué importa si un grito es políticamente comprometido o íntimamente vergonzoso? Shouting Chamber revela una certeza de nuestros días: una forma de extirpar el miedo a la libertad reside en abolir las marcas identitarias, rasgos que distinguen la fragilidad de los simulacros.

Los gestos procesuales de Marianela Orozco denotan la vulnerabilidad de sus propias construcciones poéticas. Uno de ellos implicó la realización de una hormiga gigante de azúcar, colocada a ras de tierra. Atraídas por el dulce material, las hormigas empezaron a invadir el homenaje consagrado a magnificar su especie. No sólo se alimentaron, sino que excavaron y habitaron esa réplica de su cuerpo hasta provocar su desaparición. Reconocidos conceptualistas del activismo político como Hans Haacke, Krzysztof Wodiczko o Josten Gertz, han explotado la fragilidad simbólica de los monumentos dedicados a trágicos acontecimientos de la historia política contemporánea. Homenaje, monumento de azúcar (2006-2007) no se refiere al costo ético-moral de absurdos recordatorios o severas omisiones. La escultura efímera de Marianela funde lo sagrado y lo profano, donde el “objeto de veneración” sucumbe ante la subsistencia cotidiana; pero también evoca la sentencia de un experto en el desarrollo de fantasmagorías como el escritor Robert Musil: “No hay nada en el mundo tan invisible como los monumentos”.

Estas fábulas procuran desmarcarse de un lirismo demodé cuando en el video titulado Ave (2003) un pollo crece alimentándose de vísceras e intestinos de sus semejantes hasta convertirse en una gallina adulta. Incluso, esta pieza trueca la impronta de una gestualidad poética en antipoesía como puente mediador entre la sobrevivencia y una especie de antropofagia inconsciente visible en el reino animal.

Algo similar ocurre cuando documenta fotográficamente animales aplastados por automóviles. Las imágenes de la serie Velocidad (2005) configuran un mosaico incrustado bajo el ruido del tráfico en las horas de congestión. Entre el canibalismo como existencia que implica su propia aniquilación y la aceleración como triunfo de la tecnología fuerte sobre la naturaleza débil, ambas obras entronizan una retórica inevitable: la impotencia del arte en sus intentos de redimir las aberraciones de la irrefrenable modernidad.

Más virtuales que reales, las tensiones entre masa y poder devienen una obsesión protagónica en esta producción visual. Al transformar un televisor en una pecera, un pez peleador, inmerso en una soledad sin la profundidad de su hábitat natural, lucha en vano por transgredir los límites del artefacto. Peleador (2004) es una videoinstalación alegórica de esa prisión mediática, donde millones de cerebros anestesiados consumen voluntariamente la rotunda y entretenida verdad de su autoengaño.

Esta ingenuidad infantil se percibe en la acción de convocar a un grupo de muchachos para transformar una cerca circular (sin uso aparente) en un carrusel, haciéndola rotar imaginariamente. Girando simbólicamente en torno al eje de su propio estatismo y encerramiento, los jóvenes guindados de la cerca disfrutaban una libertad absoluta de movimiento: reproducción emblemática de una imagen donde la vulnerable psicología de las multitudes obedece sin resistirse a la racionalidad manipuladora del poder.

Ese activismo manipulador como “juego azaroso” se registra cuando la artista filmó el ritual de una mujer que pasa una buena parte del día asomada a la ventana de su apartamento, mirando hacia “ninguna parte”. Luego de estudiar y asumir sus movimientos, Marianela ocupó su lugar (que la vecina cedió sin interesarse por el motivo de la petición) con el propósito de alternar dos secuencias paralelas. Es cierto que la intención persigue experimentar el vacío de personas que sobreviven matando el tiempo de su ocio; aunque también subraya la fragilidad azarosa de quienes se exponen a la mirada de otros, al no conseguir permanecer a solas con sus carencias.
Hipnosis (2006) recrea una situación absurda inmersa en el sector más vulnerable de la cartografía social. La rutina de salir al balcón a contemplar un paisaje ruidoso implica un acto de profunda introspección o extravío. Lo curioso es que dicha trama puede ocurrir en cualquier parte o estrato clasista. Estar dentro de un contexto y, al mismo tiempo, sentirse fuera, como si ningún acontecimiento exterior consiguiera despertar nuestro interés. La pieza se vuelve un emblema de la soledad, signo del escepticismo contemporáneo que golpea a quienes no logran involucrarse orgánicamente en el ámbito que hubieran preferido habitar.

La solución de acatar un destino sin ofrecer resistencia se percibe en Asentamiento (2006). En esta secuencia fotográfica, el musgo cubre progresivamente el cuerpo inmóvil de la artista acostada en el suelo. Al desechar la posibilidad de rebelión, la actitud se inclina por adoptar un estado vegetativo basado en la inmovilidad o fijación a un sitio específico. La pasividad de esta suerte de homenaje a Gandhi activa una circunstancia insular que se repite: en los “oscuros pueblos sonrientes” donde nunca pasa nada, el sometimiento a la costumbre logra prescindir de una virtualidad mediática. Asentamiento reduce a planta o vegetal el contrapunto entre centro y periferia, “guiño conceptual” que se articula a partir de una abstracta divergencia entre lo grande y lo pequeño.

La existencia de la fragilidad revela el ansia de poder como la gran ilusión contemporánea. Los “esfuerzos inútiles” de Marianela Orozco funcionan como antídotos para compensar poéticamente los eslabones más débiles de la cadena hegemónica. El sesgo utópico de sus piezas-esbozos resulta una apropiación simbólica de un fragmento de la realidad; un modo de alcanzar una potestad imaginaria valiéndose de los artificios del arte. Algo así como ejecutar personalmente la acción de vender tierra empaquetada en bolsas plásticas como metáfora de la totalidad del planeta Tierra, un simple producto comercial mediante el cual su comprador se hace dueño virtualmente de “una parcela para el cultivo”, “una rica área de extracción petrolera” o “un terreno edificable”².
Los críticos radicales del arte poético del mainstream podrán borrar de sus listados de preferencias de culto o excluir de legitimantes megaexposiciones al feminismo suave o al machismo romántico. Otra tarea de Sísifo sería prescindir de fábulas donde lo poético es un medio aleatorio y no una finalidad seductoramente lírica, para estimular la discusión acerca de inabarcables temas o conflictos que agobian al mundo actual. La producción visual de Marianela Orozco exige una mirada desprejuiciada de estas cruzadas antipoéticas, propias de esas vertiginosas y frágiles modas del circuito élite internacional que los centros de poder suelen dictarles a sus voceros de la periferia. Su propuesta no es afirmativa. Sólo intenta colocar lo “simbólicamente verdadero” por encima de lo “históricamente exacto”.



¹ CAFKA (Contemporary Art Forum Kitchener and Area), tema: Peace of Mind, Kitchener, Canadá, 2004.
² “An Earthly Project” (Un Proyecto Terrenal), CAFKA, tema: X Industria, Kitchener, Canadá, 2005.

martes, 12 de mayo de 2009

Entrevista a Elvia Rosa Castro Por Gustavo Ramos


NO SER DE LA GRAN ESCENA. O, “THE REVOLUTION WILL BE NOT  TELEVIZED”.


Para mí, coincidir con Elvia R. Castro es una labor muy sencilla. He dicho coincidir como acción de encontrarse y dialogar bajo cualquier circunstancia o espacio. Durante años he tenido la dicha de permanecer junto a sus penurias y alegrías, la he visto caerse y levantarse y caerse; y desde el suelo, como quien defiende su propia y sagrada verdad,  no apartarse de su tolerancia entrenada, que es en estos tiempos un modo de paciencia, una ética, una actitud vedada y no permitida a los que han preferido vivir corriente abajo, incluso ni aun para los que viven en contra de la corriente. Elvia R. Castro ha tenido sus suertes, eso es innegable. Pero yo, que no solo conozco su obra, su pensamiento, sus penurias y alegrías; sino que además he ahondado en su alma, dómino con certeza que Elvia habita una tercera orilla del rio: espacio que no posee el don de ser solamente para elegidos, pero al menos se debe tener conciencia de permanecer con los pies sobre la tierra, siempre. Y lo digo con demasiada angustia porque sé que esa vida pesa más. Obvio, esto puede verse como una opción o como una sentencia. Pero de cualquier modo, y ni la realidad, ni el tiempo, ni alguna que otra persona me dejarán mentir, los barcos que magistralmente Elvia ha puesto a navegar en estas turbulentas aguas van henchidos de un conocimiento, un concepto y una consagración que esta época, tentada por la más sensual de las miserias humanas (y lo demás seria redundante) no admite ni le admitirá. Y no olvidemos, por favor, que las Épocas las fundan y sustentan los Hombres. 

Por ello, y otras cuestiones que no vienen al caso, me he propuesto coincidir con Elvia tentándola a que conteste algunas preguntas que, a pesar de nuestra cercanía, me interesan sobremanera. Puede suceder que usted, amigo lector, se vea amparado o desamparado por sus respuestas, mas, si la empresa la ejecutamos juntos pues de ambos será el resultado. Así que vamos allá:             

 

GR: Elvia, para mi coincidir contigo es una labor muy sencilla y hoy no quiero andar con rodeos, así que aquí tienes la primera pregunta. Hay quien opina que has hecho una carrera vertiginosa desde que estás en La Habana. De la Editora Abril a Artecubano pasando por Subastahabana, edición de libros, curadurías, trabajos para Ediciones Vanguardia Cubana, clases en la Universidad de La Habana y algunos premios que, además, avalan tu obra. ¿Cómo te las ingenias?

 

ERC: Bueno, vivo en Ciudad de La Habana solo desde el año 2000, pero al llegar a esta ciudad ya había publicado textos en Revolución y Cultura, El Caimán Barbudo, La Gaceta de Cuba, la propia Artecubano… Tenía dos librillos publicados gracias a los Premios Calendario en Ensayo. Había cursado la Maestría en Historia del Arte y la profesora María de los Ángeles Pereira me invitaba en algunas ocasiones a impartir una que otra conferencia cuando estaba de visita por acá. Al llegar aquí ya la polémica sobre el cinismo había rodado por toda la Isla y la gente me conocía. Nada surge de la nada. En pleno período especial venía una vez al mes, en botella, guaguas, etcétera, etcétera, desde Sancti Spíritus, cargando con comida, para visitar las muestras de artes plásticas y ver, si la fortuna me acompañaba, las puestas del Grupo Buendía. El sacrificio fue muy grande pero tal parece que valió la pena. Lo otro lo da el trabajo eficiente, el sentido de la responsabilidad y la rectitud ética. Ah!, y mucho estudio.

El tiempo que pasé en la villa espirituana lo asumo como una tregua fecunda, donde me dediqué a cuidar la huerta (como diría Cándido), es decir a estudiar y escribir.

GR: Hagamos una pausa en la revista Artecubano. Muchos opinan que el período en que editaste la revista fue el mejor, o para ser más exacto, se dice que en ese tiempo la revista poseía el don de encantar, orientar y promocionar sin sucumbir en la vaguedad contemporánea. Incluso, Elvia, hay quien afirma que era un decoro intelectual de la nación cubana.

 

ERC: Mira, no me gusta estar aupando este tipo de opiniones. El equipo de trabajo de esa publicación, cuando la edité, trató de hacer lo que creyó bueno y justo. Y respetamos las pautas anteriores. Pero en nuestro país existe el síndrome de Jerusalén año Cero, y convocado por esta manía, el que viene detrás realiza cambios infundados en todos los sentidos. Hay una manía de fundación infundada enorme. No soy yo quién dirá que ahora es mala revista. Que lo diga y sobre todo, lo escriba otro. Imagínate que más allá de la cuestión editorial se trataba de una publicación que ingresaba sumas de dinero por encima del costo, pero ni el Ministerio de Cultura ni el Consejo Nacional de las Artes Plásticas tenían la estructura idónea para estas cosas por tratarse de un centro presupuestado. Y te estoy hablando de una época en que en Ediciones Artecubano no existía ni scanner ni quemador de CD!!!!!!

Se trataba de un equipo inteligente, trabajador, eficiente y blanco (clean) desde el punto de vista ético. Esto es difícil de lograr no ya en abstracto sino en las condiciones de nuestro país, donde las ofertas colaterales y fenicias llueven, por decirlo de algún modo. Encima, tuve la suerte de trabajar con Osmany Torres, a quien además de querer mucho, admiro como diseñador.

 

GR: Veo que en el fondo admiras el trabajo institucional.

 

ERC: Sí, claro. En teoría desde la institución se pueden hacer cosas de altísimos quilates. Los ejemplos sobran. El otro punto es que no nos queda más remedio que creer en ella. Yo tengo una noción muy panteísta del asunto, en la cuerda de Spinoza. Lo diría de este modo: Dios es la institución y es la sustancia. Tal vez hagamos algo a pesar de ella pero nunca fuera de ella. Lo contrario es un espejismo. Ni siquiera los más esteparios pueden prescindir de ella. Viven en su periferia, en el margen pero no al margen. Y es contradictorio pues se trata de algo que hemos creado nosotros mismos, con nuestro actuar diario. En Filosofía se le conoce como “general abstracto”. La hemos creado y luego se nos enfrenta o se nos muestra como algo fatídico.

A mí me seduce la idea de trabajar en el límite (eso me recuerda una obra de Bedia, Vive en la línea). Y la institución, a su vez, debería saber negociar con esos estados de excepción. Incluso, hablando en términos cínicos, absorberlos. Pero lamentablemente, en este punto, a veces le falta background.

Para colmo, la institución ha sublimado el movimiento, lo ha desaparecido y solo tenemos noción de su sedentarismo. Lo que proyecta es la inercia o el estatismo y eso es fatal.

 

GR: ¿Por qué abandonaste entonces la revista Artecubano y con ella tu trabajo en el Consejo Nacional de las Artes Plásticas?

 

ERC: Hacía años, desde el 2004, que me estaba cansando de una responsabilidad tan grande y veía que me faltaba el tiempo para estudiar. Súmale que acepté trabajar en Subastahabana y lo asumí casi in extenso. Le presenté a la Fundación Ludwig de Cuba mi proyecto sobre el cinismo para conseguir una suerte de estipendio mensual y su presidente negó la “ayuda” bajo pretextos dudosos. (Ya el libro está listo, esperando por alguna editorial –“el que lo coja es suyo”). Luego renunció Lourdes Álvarez, a quien respetaba y admiré mucho. Tuve que esperar pues no era el momento “conveniente” para solicitar una renuncia. Me parecía un tanto infiel que todos nos fuéramos en masa (también Hilda María había solicitado su baja del Lam). Hay todo un error en la mente de las personas, hace como 1 año me encontré en un blog que me habían expulsado del Consejo por el texto que publiqué sobre Kcho. Mi salida de esa institución no tiene absolutamente nada que ver con ese gesto, editorialmente legítimo por demás. Más bien la gota que colmó la copa fue la portada de Abelito Barroso, la cual querían sustituir por una de Frémez y ahí sí no hice concesiones. Rubén del Valle y yo llevábamos trabajando seis meses en el texto de Héctor Antón sobre Kcho, velando porque no se fuera alguna hojarasca política, que el análisis que se hiciera fuera estructural, etc, etc…No publiqué ese texto a escondidas. Guardo –y también está archivada en casa de Pepe Veigas- mi carta de renuncia antes de que saliera ese número. Como yo estaba en Noruega y llego justo en la Bienal de La Habana se armó todo un malentendido. Y te digo más, fui benévola con el texto, porque me asistía el derecho de escribir notas al pie como editora y a última hora me censuré una que decía que Núcleos del tiempo, la muestra de Kcho en Villa Manuela tenía la misma solución formal que una instalación de Marina Abramovic en el PS1 del MoMA, donde él también estaba.

Se trató de un momento extraño y luego el resto de mis compañeros, que no tenían idea de irse del Consejo, renunciaron en masa por algún que otro motivo. Esa es otra consecuencia del trabajo en la institución, consistente en que esta no cuida a sus mejores hijos.

 

GR: Viniendo en el tiempo, he escuchado muy buenas opiniones de tu libro El Observatorio de Línea y de la última muestra que has curado, Glamour de Occidente. Algunos homenajes a Michel Foucault. Es más, de tu libro dicen que ha movido ciertos goces que para algunos artistas plásticos, incluso para hombres de pensamiento, era pan dormido en el horno.    

 

ERC: Sí, la gente se ha divertido con el libro. Es un libro que va desde la solemnidad teórica hasta cierta chancleta escritural con coherencia y organicidad. La gente dice que soy yo y ha tenido fortuna crítica –venida de los jóvenes- aunque por separado los textos hayan sido planchados por los tribunales del premio de crítica de artes plásticas. A esa manera de escribir, Emilio Ichikawa la calificó como “tuteo epistémico” y esa imagen me fascina. Roberto Zurbano, por su parte, hizo una presentación genial. Me felicito siempre por haberlo invitado aunque es una pena que no la haya escrito. Es un libro que hay que entenderlo desde la cultura y sus discursos, no desde las artes en su estrecho marco. Ahí está volcada toda una manera de pensar, incluso en su estructura hipertextual.

Sin embargo, lo veo como un hecho aislado a nivel promocional. Creo, bueno no, estoy segura, de que ese libro merecía una saga promocional por parte del Instituto Cubano del Libro, debates, prensa, presentaciones en ferias…Por otra parte y gracias a Dios, ha tenido buena recepción a nivel de crítica. Hasta ahora se han escrito tres reseñas muy atinadas y respetuosas.

Con Glamour…, tuve mala suerte desde que presenté el proyecto por vez primera en la UNEAC. Y te juro que hasta hoy no entiendo por qué no se aprobó. Pero ahí está hecha la expo. Tómalo como una de los gestos más desgastantes y egocéntricos de mi vida. Incluso más que aquellos tres días seguidos que hacíamos en Sancti Spíritus de La casa por la ventana ¿te acuerdas qué locura?

Pero hijo, definitivamente no soy de la gran escena y me parece que Gracias a Dios. Soy del criterio de que si Mahoma no va a la montaña, él se lo pierde. Te estoy hablando en términos de resonancia.

Por desgracia no es un fenómeno personal sino de ausencia de estrategia comunicacional que lo mismo me implica a mí que a otras propuestas que bien valen la pena ser reseñadas. Fíjate si es así que en abril del 2006 escribí un texto titulado El embarque del Granma, el inmovilismo de un Joven Rebelde y el sorprendente triunfo de la Televisión Cubana referido al laconismo de la prensa plana respecto a la Bienal de ese año y no me lo publicaron, ¿sabes por qué? Por su objetividad. Siempre dicen que no a la especulación, que las evidencias y la objetividad y tal y cuando presenté un texto sociológicamente impecable y demostrable, se quedó en mi casa. Fíjate que le pedí a mi familia monitorear la radio y la tele, guardar todos los periódicos, conseguir los que no teníamos, ja, ja,ja….

No todo lo que sale es lo que brilla. En todo caso, estoy bastante contenta con los resultados de Glamour…, sobre todo porque en mi opinión, generó una de las obras más agresivas y bellas del arte cubano hoy: Miedo y poder expuestos, de Carlos Montes de Oca. También generó piezas muy interesantes que no existían antes, como La estrella ausente, de Déborah Nofret y Pumbaaaa!!!, la pelota de Aimée García.

 

GR: Es contradictorio, por ejemplo, ver la acogida de El observatorio… y la ausencia de premios de la crítica en tu currículo. Aunque, sin ninguna duda, tu preferiste la tercera orilla del río y los que se inclinan por ese hábitat deben soportar que le lancen tres piedras y en ocasiones la mitad de un caramelo. Claro, la bendita erudición del tiempo invierte esta sentencia. Vive segura de eso.

 

ERC: Sí chico. He pensado algunas veces sobre ello. No sé realmente qué sucede. Una vez supe que un trabajo había gustado pero como era sobre Montoto perdió por default. Me gustaría ganar una vez para demostrarle a mi familia que el esfuerzo tiene su resonancia. Solo para eso. Este año enviaré casi todos los textos de mi libro en las tres categorías a ver qué volá. Quién sabe si me lanzan un caramelo de menta.

 

martes, 7 de abril de 2009

EL PROYECTO

Una veintena de artistas participan en la muestra Glamour de Occidente (algunos homenajes a Michel Foucault), colateral en la X Bienal de La Habana. La mega-exposición, curada por Elvia Rosa Castro y Sandra Contreras, se inauguraró el día 28 de marzo a las 6: 30 pm en la Casa de México, sita en las calles Mercaderes y Obrapía del casco histórico de la ciudad.

La nómina de Glamour de Occidente está integrada por Abel Barroso, Adonis Flores, Aimée García, Ángel Ricardo Ríos, BAUS Creativos, Carlos Montes de Oca, Deborah Nofret, Elizabeth Cerviño, Ernesto Javier Fernández, Irving Vera, José A. Figueroa, Magdiel Aspillaga, Manuel Piña, Marianela Orozco, Nadal Antelmo, Osmany Torres, Raúl Cordero, René Rodríguez, Sandra Ramos, Yoan Capote y Yornel Martínez

Curaduría:

Elvia Rosa Castro

Sandra Contreras

Diseño de Póster: Osmany Torres


Diseño de Impresos e Identidad:
Baus Creativos


BREVE DECLARACIÓN DE POÉTICA CURATORIAL/BRIEF STATEMENT OF CURATORIAL POETIC
Por Elvia Rosa Castro

La idea original de Glamour de Occidente se la debo a la obra de Adonis Flores, con su estética del camuflaje, sus alusiones a la guerra de todos contra todos y a la paranoia como una actitud psíquica que se desprende de todo ello. Y en última instancia, todas estas actitudes se han erigido en moda, en parte de cierto glamour que más allá de lo evidente.

Glamour de Occidente constituye un ensayo visual sobre cómo se proyectan las sociedades occidentales, sobre todo la manera cómo han absorbido temas tan ríspidos –la emigración por ejemplo- y los han convertido en shows mediáticos y rituales modísticos. De ahí que la muestra se desprenda de tres directrices, a saber:

1-¿Cómo se nos presenta Occidente? (glamoures per se, homenajes, consumismo, promiscuidad ideológica)

2-¿Cuáles son los ardides que inventa para protegerse? (glamoures defensivos, camuflantes, políticas de saneamiento y cosméticas, controles, autocensura, etufemismos)

3- Crítica al canon Occidental (anti glamour, orientalismo)

La naturaleza extra-ordinaria de estos asuntos los ha convertido en glamourosos. Su índole heterotópica ha sido absorbida, reciclada y puesta en bandeja de plata, como todo glamour requiere. De ahí que lo ideal para emplazar estas obras sería una gran pasarela y ellas estuvieran dispuestas como en un gran desfile (otro más), una detrás de otra.

Por su parte, la muestra contiene varias obras que no son nuevas en el contexto artístico pero responden la lógica curatorial propuesta; otras fueron realizadas por encargo y así por el estilo. Otras fueron simplemente “encontradas”.

Glamour…, siguiendo su propia lógica, también desea ser un homenaje al Juego de Pelota realizado en el año 1989, que significó la ruptura entre artistas e instituciones culturales y en mi opinión cerró una década de creación con tendencias definidas. También a Michel Foucault, que nos advirtió sobre los controles (panóptico) y nos recordó la existencia de los micro poderes, trayendo a los finales del siglo XX aquello de Thomas Hobbes en el Leviatán de que el hombre era el lobo del hombre.

Hay artistas muy jóvenes en esta muestra, mientras la mayoría pertenece a la llamada generación de los 90 (a la cual pertenezco), con quienes nunca había trabajado en bloque a pesar del respecto y admiración que siento por ellos, pero en esos años yo vivía en el “quinto de la periferia”. Entonces Glamour puede verse también como un contraataque generacional.


lunes, 6 de abril de 2009

INAUGURACION














Smells Like Teen Spirit

Nirvana

Load up on guns, bring your friends

It's fun to lose and to pretend
She's over bored and self assured
Oh no, I know a dirty word

Hello, hello, hello, how low?

I'm worse at what I do best
And for this gift I feel blessed
Our little group has always been
And always will until the end

Hello, hello, hello, how low?

And I forget just why I taste
Oh yeah, I guess it makes me smile
I found it hard, it was hard to find
Oh well, whatever, nevermind

hello, hello, hello, how low?

With the lights out it's less dangerous
Here we are now, entertain us
I feel stupid and contagious
A mulatto
An albino
A mosquito
My Libido
Yay, a denial

NOTICIERO

Santiaguito Feliú

Las galias cubanas necesitan poción,
a Diego le golearon el alma,
qué pasa en la España de la Pasionaria
que cree encontrar La Pinta en Europa.
Los rojos sangrando no saben qué hacer,
se quedan más solos que siempre,
los otros
invaden si hay que organizar y el dollar desborda tu mente.
El mundo viene y te despierta
sin una noticia nueva,
no encuentras nada cuerdo que no seas tú
buscándote la paz por dentro, por dentroooooo
Indios y negros seguirán más mal,
lo pronostica Escandinavia,
Zapata resiste con su batallón en medio de tanta globalización.
Y pobres los sueldos,
pobres esperanzas,
el hambre no se aparta del hombre.
América y su democrati-colonización aspira a zafarse del monte.
Y aquí apuntalando historia,
entre social-ismo o muerte,
buscando en el subsuelo también otra opción,
tentando en el dolor la suerte, la suerteeee, la suerteeee.
Sigue arrazando el demonio sexual,
los peces lanzan ese-o-eses,
la guerra no deja de ser normal
y Dios que ahora tampoco aparece.
Extra, extra, noticia de última hora, promete el futuro bien, la, la, la, la ,la
Extra, extra…. promete el futuro biennnn

R.E.M. - LOSING MY RELIGION (R.E.M. LIVE)
Oh,Life is bigger
It's bigger than you
And you are not me
The lengths that I will go to
The distance in your eyes
Oh no I've said too much
I set it up

That's me in the corner
That's me in the spotlight
Losing my religion
Trying to keep up with you
And I don't know if I can do it
Oh no I've said too much
I haven't said enough
I thought that I heard you laughing
I thought that I heard you sing
I think I thought I saw you try

Every whisper
Of every waking hour I'm
Choosing my confessions
Trying to keep an eye on you
Like a hurt lost and blinded fool,fool
Oh no I've said too much
I set it up

Consider this
Consider this
The hint of the century
Consider this
The slip that brought me
To my knees failed
What if all these fantasies
Come flailing around
Now I've said too much
I thought that I heard you laughing
I thought that I heard you sing
I think I thought I saw you try

But that was just a dream
That was just a dream

That's me in the corner
That's me in the spotlight, I'm
Losing my religion
Trying to keep up with you
And I don't know if I can do it
Oh no, I've said too much
I haven't said enough
I thought that I heard you laughing
I thought that I heard you sing
I think I thought I saw you try

But that was just a dream
Try, cry, why try?
That was just a dream
Just a dream, just a dream
Dream

Protesta Infantil

Autores: Enriqueta Almanza, Celia Torriente

¡Protesto! ¡Protesto y vuelvo a protestar!
Con las mentiras tenemos que acabar.
A los embusteros hay que desmentir.
¡Basta, basta ya de decir!
Uh, ahí viene el lobo,
Ay, la bruja de la escoba, jaja.
Ni que yo fuera boba.

¡Protesto! ¡Protesto y vuelvo a protestar!
Con las mentiras tenemos que acabar.
A los embusteros hay que desmentir.
¡Basta, basta ya de decir!
Uh, te lleva el Coco,
Ay, ahí viene el lobo.
Vaya, vaya que tonterías.

Cómo si los niños no supieran zoología.
El de Caperucita es sólo un cuento,
un mero invento de mentiritas.
La bruja de la escoba es otro engaño
que a los chamaquitos hace mucho, mucho daño.

¡Protesto! ¡Protesto y vuelvo a protestar!
Con las mentiras tenemos que acabar.
A los embusteros hay que desmentir.
¡Basta, basta ya de decir!
Uh, te lleva el Coco,
Ay, ahí viene el lobo,
La bruja de la escoba, jaja.
Ni que yo fuera boba.

¡Protesto! ¡Protesto y vuelvo a protestar!
Con las mentiras tenemos que acabar.
A los embusteros hay que desmentir.
¡Basta, basta ya de decir!

Ahí viene el lobo, que la bruja de la escoba, te lleva el Coco… Miren, señores embusteros, que no hay más coco que el que dan los cocoteros.
Y ahora pido una buena rechifla para todos los que engañan a los niños:
¡Mentirosos! ¡A los niños no se les asusta!
Fuera, fuera, fuera…

Mentirosos, mentirosos, mentirosos…